5 PREGUNTAS A GRACIANA MARO
¿En qué año cursaste la carrera y qué título recibiste?
Recién recibida de la carrera de grado como Contadora Pública en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA ya venía desempeñándome laboralmente en el ámbito de la gestión de pequeñas y medianas empresas. Mi objetivo en aquel entonces era darle continuidad a mi formación académica en articulación con mi interés personal relacionado con el mundo del arte, desde mi rol de espectadora, visitante, curiosa y consumidora de cuanta expresión artística se producía en Buenos Aires. Así fue como en el año 2003 ingresé a la primera cohorte de la carrera de Especialización que se dictaba en la Facultad de Ciencias Económicas y obtuve el título de Especialista en Administración de Artes del Espectáculo dos años más tarde.
En mi caso, la Carrera fue el principal motor que impulsó el desempeño como profesional proveniente de ciencias económicas orientada a la gestión y administración de organizaciones culturales, tanto en el ámbito privado como en la administración pública.
A partir de la especialización, he colaborado con diversos organismos dependientes de los Ministerios de Cultura en la órbita de la ciudad como también a nivel nacional. Fui Coordinadora de Administración y Gestión de la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación creado en 2014. Anteriormente, fui Responsable de Gestión y Desarrollo de Proyectos del Complejo Teatral de Buenos Aires, la entidad que nuclea los principales teatros públicos de producción propia de la Ciudad. También asesoré en materia de gestión y administración al Instituto para el Fomento de la Actividad de la Danza No Oficial de la Ciudad de Buenos – Pro Danza, entre los más destacados.
En el ámbito privado, soy socia de eme - desarrollos culturales, que es una asociación especializada en servicios de gestión cultural orientados al desarrollo económico, humano y social de organizaciones en donde estamos en permanente vinculación con instituciones culturales a través del asesoramiento en materia de planificación estratégica, gestión y financiamiento.
En paralelo, esta especificidad de mi perfil profesional alcanzado a partir de la Carrera motivó a seguir afianzando mi formación académica en torno a la gestión cultural. Así fue como asistí y colaboré con diversos seminarios, encuentros y congresos orientados al desarrollo económico del sector socio-cultural tanto locales como a nivel internacional. Por mencionar algunos: fui becada por el Ministerio de Cultura de España para participar del curso de La economía de la cultura y la cooperación iberoamericana en la Universidad de Valladolid. Luego, también becada por el State Department de los EE. UU. para integrar el programa de formación intensiva: International Art Management organizado conjuntamente con el Kennedy Center for the Performing Arts en Washington.
Actualmente soy Gerente de AADET – Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales, cámara empresaria integrada por más de 140 socios, titulares de salas, productores teatrales y musicales de todo el país.
También soy Sub-Directora y docente de la Maestría en Administración de Organizaciones del Sector Cultural y Creativo, carrera que impulsamos también en la FCE-UBA, y que se constituye como la única maestría a nivel latinoamericano orientada a formar profesionales en management del sector cultural.
Además participo como docente en otras carreras universitarias, como así también en el diseño y desarrollo de programas culturales y de capacitación profesional dirigidos a gestores, productores, funcionarios y agentes culturales de diversas ciudades argentinas y de otros países, tales como Uruguay, Perú, Paraguay, Colombia y España.
Valoro varios aspectos de la Carrera entre los cuales destaco:
La diversidad de contenidos y formatos: La carrera nos prepara para administrar organizaciones generadoras de valores culturales, a través de un programa que conjuga el análisis crítico y herramientas concretas que permiten llevar a la práctica los conocimientos adquiridos. A su vez, las distintas modalidades tales como clases tradicionales, módulos de aplicación práctica, charlas con especialistas y visitas a organizaciones culturales, permiten a su vez reflexionar sobre el entramado de la gestión y administración cultural y también conocer experiencias locales y de otras regiones en voz de sus “protagonistas”. Sobre todo, los espacios de interacción con organizaciones nos permiten ser contemporáneos a los desafíos de la actualidad.
Multidisciplinariedad del grupo: en particular, haber compartido con colegas provenientes de otros ámbitos profesionales tan heterogéneos (ciencias económicas, sociales, carreras artísticas, entre otras), como así también la calidad académica del equipo docente, ha sido sumamente enriquecedor. Principalmente porque la aportación de miradas múltiples potencian en todo momento el aprendizaje a nivel grupal y se genera un ambiente de intercambio de experiencias permanente.
Personalmente, considero que la aplicación de los conocimientos adquiridos en la carrera se nos da naturalmente en el día a día. La formación académica actúa como disparadora y promotora de ideas, como facilitadora de herramientas que permiten transformarlas en propuestas capaces de llevar a la práctica y como un canal de conexión y vinculo permanente con otras experiencias profesionales.
En los últimos años se han ampliado significativamente las dimensiones de desarrollo de la gestión cultural, tanto en términos de alcance como en la diversidad de actores con los cuales interactúa. En este marco, se necesitan más y mejores profesionales especialmente formados para tomar decisiones conscientes a la hora de liderar un proyecto u organización cultural. Profesionales capaces de administrar los múltiples recursos que se ponen en juego en un organismo, empresa, teatro, productora audiovisual, museo, espacio cultural, centro comunitario, festival de música y tantos otros formatos e instituciones generadores de bienes y servicios culturales.
El entramado productivo de este sector requiere cada vez más de profesionales especializados que entiendan las particularidades y dinámicas propias de las organizaciones artísticas y que a su vez puedan aportar conocimientos multidisciplinarios provenientes de otras carreras: artistas, creadores, administradores, abogados, economistas, ingenieros, comunicadores, sociólogos, politólogos, diseñadores, investigadores, etc.
En este sentido, la Carrera los dotará de herramientas e instrumentos concretos y analíticos que podrán aplicarlos al desarrollo de sus propios caminos profesionales.
Por mi parte, más allá de la experiencia personal, estoy convencida que la Carrera fue el gran motor de un engranaje donde necesariamente se complementan y amalgaman en todo momento los recursos de carácter formativos y académicos con los del ejercicio de la práctica profesional.
Fue una experiencia que no solo orientó mi profesión en el ámbito de la gestión de organizaciones artísticas y culturales, sino que permitió desarrollar nuevas capacidades y conocimientos, afianzar las ya adquiridas y, felizmente, ampliar y enriquecer las oportunidades de desempeño laboral.